jueves, agosto 12, 2004

El apasionante futuro del chip, adelantado por un famoso gurú informático

Los chips, hasta ahora confinados en las máquinas, se volverán ubicuos en nuestro entorno, se adaptarán incluso al cuerpo humano y tendrán un papel clave en la mejora de la salud, especialmente en la edad avanzada, según el VP de Intel.

El futuro del chip, adelantado por un famoso gurú informático

Pat Gelsinger es el vicepresidente y máximo responsable tecnológico de Intel, compañía que produce los chips de cuatro de cada cinco computadoras del mundo. “En el futuro habrá sensores distribuidos en el cuerpo, en las viviendas y el entorno”, profetiza.

Es una predicción, desde luego, pero no proviene de ninguna novela. Está contada por Pat Gelsinger, una de las personas que más sabe de chips en el mundo. Gelsinger, 43 años, es vicepresidente de Intel y máximo responsable tecnológico de esta compañía norteamericana que es el principal fabricante mundial de chips (cuatro de cada cinco ordenadores llevan procesadores suyos). Desde su atalaya, en la que ve el futuro a varios años vista, Gelsinger administra al año más de 4.000 millones de euros en investigación y dirige un equipo de unos 7.000 científicos, unas cifras que superan los recursos en I+D de muchos países. Gelsinger ha pasado por Barcelona, donde ha explicado los nuevos proyectos de Intel.

“La medicina es una de las nuevas grandes vías en la utilización de los chips. Uno de nuestros objetivos es crear redes de sensores inalámbricos que permitan un control del estado de salud de las personas y sirvan para prevenir problemas y enfermedades. Esto requiere sensores distribuidos en las viviendas y el entorno. Y sensores externos que primero se aplicarán al cuerpo y que, a partir de un determinado momento, estarán dentro del cuerpo”, explica Gelsinger. “Podremos prevenir muchas enfermedades, por ejemplo ataques de corazón. Y ayudaremos a que mucha gente mayor viva mejor y se desenvuelva más fácilmente en su medio doméstico”.

Este arsenal innovador de Intel se está ya gestando. Su Center for Aging Services Technologies trabaja en sistemas de ayuda para ancianos. Por ejemplo, un teléfono, pensado para enfermos de alzheimer, que a través de una pantalla recuerda constantemente al usuario con quien está hablando o el tema de conversación. O un sistema que controla que las medicinas que se toma son las correctas. Intel dispone de dispositivos de radio de bajo consumo que se incorporan a los chips y que ayudan a crear redes inalámbricas de entorno.

Detrás de todo esto está el concepto de informática proactiva: “En lugar de que el usuario busque a la informática, es ésta la que le encuentra y se anticipa a sus necesidades”, explica Gelsinger. Y como base de toda la apuesta está la miniaturización de los chips. Dado que las factorías de Intel trabajan ya con elementos que se miden por nanómetros (1 milímetro divido por un millón), es factible pensar en colocar chips en toda clase de elementos y crear biosensores microscópicos que, desde dentro del cuerpo, detecten problemas de salud.

La propuesta sanitaria de Intel tiene, asimismo, un argumento económico, basado en el aumento de las expectativas de vida en las sociedades desarrolladas y en el gasto sanitario que esto implica. En quince años, la población de más de 65 años se doblará en EE.UU. ¿Estará toda esta tecnología al alcance de la mayoría de la población? Gelsinger responde afirmativamente: “La informática se ha hecho tremendamente popular porque la gente la puede comprar y esta es la base de nuestra actividad”. Y razona que se trata de un tema que trasciende el concepto caro/barato. “Las sociedades modernas gastan billones cada año en atención médica. La aplicación de nuevos sistemas tecnológicos que eviten enfermedades, muertes y hospitalizaciones, supondrá una reducción de estos gastos”.


Fuente: La Vanguardia

No hay comentarios: