Rafael Bini / EL INTERACTIVO 2.0

Respecto de agosto de 2003, la cantidad de aparatos móviles creció un 4%

Los celulares siguen en franco aumento

Hay un millón de móviles más que hace un año y la cantidad de llamadas por teléfono que realizan son muy superiores a las que se hacían en septiembre de 2001

Mientras las líneas de telefonía básica continúan planchadas, los operadores de telefonía celular no paran de sumar clientes. De acuerdo a los datos de la última Encuesta de Servicios Públicos que elabora el INDEC, en septiembre había 7.205.000 móviles en servicio, un millón de aparatos más que en el mismo mes de 2002.

Las cifras del INDEC tal vez no sean noticia si se tiene en cuenta que desde principios de año, la telefonía móvil muestra importantes signos de recuperación y que está, en cierto punto, reemplazando a la telefonía fija. No es para menos, si se compara la cantidad de teléfonos básicos en servicio en septiembre de 2003 y los que había en el mismo mes del año anterior, se encuentra que hay 19.000 aparatos menos.

Acaso por esto, no resulte para nada descabellado encontrar que los nuevos clientes de teléfonos móviles, realizan más llamadas que los antiguos. En efecto, en septiembre de 2002, siempre de acuerdo al INDEC, había 6.277.000 móviles en servicio que en promedio realizaron 47,8 llamadas cada uno. Esta cifra se eleva a 55,5 llamadas promedio por mes entre los 7,2 millones de celulares que se contaron en septiembre de 2003.

Si bien, y de acuerdo a lo que explican en empresas como Telecom Personal y Unifon, la proporción de celulares prepagos aumentó de un 70% a más de 80% entre 2001 y el presente, dentro del parque total de teléfonos de ambas compañías, se observa que los nuevos clientes tienden a un mayor consumo, aunque controlado, fundamentalmente, se cree, por su utilización como reemplazo de línea fijas.

Pero, hay otra visión, que ayuda a teorizar sobre el sostenido crecimiento de la planta de celulares. Es la de su utilización para actividades delictivas. Es por ello que, desde ahora, y en el marco de una investigación judicial, las operadoras tendrán la obligación de aportar a los fiscales bonaerenses la identidad de los llamados “bolseros” de líneas de teléfonos celulares y también de los usuarios finales de cada una de ellas.

La medida, dispuesta mediante una circular por el procurador general bonaerense Eduardo Matías de la Cruz, tiene por objeto revertir una situación repetida hasta el cansancio en los casos de secuestros extorsivos, que impide conocer los nombres de los usuarios. Las líneas, compradas al por mayor a los “bolseros” –en algunas causas se comprobó que un solo revendedor tenía “hasta 3000 líneas a su nombre”, dijeron fuentes de la Procuración al diario Página/12–, nunca son puestas a nombre del usuario real.

En los casos en que el consumidor final es miembro de alguna banda, como nunca se hace la transferencia, la policía detecta el número del celular, pero el único nombre que aparece en los registros de la empresa propietaria de la línea es el del “bolsero”, por lo general ajeno a la organización delictiva.

Fuente: Telenexo