El pronóstico
Las reflexiones que dejó la exposición Tecnoar 2004, una crónica de lo que pasó en la expo de high tech en Rosario, provincia de Santa Fe, según mi columna de La Nación.
¿Es viable el hardware hecho en la Argentina?
Fue una de las preguntas que dejó flotando la reciente exposición informática Tecnoar 2004, que se realizó entre el 2 y el 4 de este mes en las instalaciones del Patio de la Madera, de la ciudad de Rosario. Convocó a más de 60 empresas tecnológicas locales y unas 7000 personas, con la presencia de auspiciantes como Intel, Epson y Philips. La exposición se encargó -durante tres días- de poner de manifiesto que la iniciativa en esta industria no siempre tiene que provenir de Buenos Aires y que la oferta de productos y servicios informáticos, cada vez más, tiende a descentralizarse.
Las rondas de negocios fueron uno de los puntos fuertes del encuentro. Lograron convocar a casi cien pymes locales que, de esta forma, tuvieron la posibilidad concreta de encontrarse cara a cara con representantes de corporaciones como Carrefour, Grupo Minetti, Kraft Food, Edenor, Medife, CTI, Swift, Paladini, Caro Cuore, Repsol, Movicom, DHL, General Motors, Toyota, Stock Supermercados, Petrobras, Banco Río y Unilever, para que consideraran sus ofertas.
Entre los organizadores, se destacan la Cámara de Empresas Informáticas del Litoral (CEIL) y el Polo Tecnológico Rosario (PTR), dos organizaciones que cada vez pisan más fuerte en el ámbito nacional. LA NACION conversó con Francisco López, secretario de la CEIL, sobre el presente y el futuro de Tecnoar. "La idea era potenciar la ciudad como referente tecnológico, aunque no es tan fácil generar novedades en un año. Tal vez en 2005 muchas pymes no tengan productos nuevos para mostrar. Pero si no la hacemos el año que viene, será planteada como bienal", se entusiasma. El apoyo económico municipal y provincial fue decisivo, según refiere el empresario, que además es gerente comercial de la empresa CMOS, fabricante de UPS (fuentes de poder ininterrumpibles) y estabilizadores de tensión.
Para muchas empresas rosarinas, el tema del desarrollo de hardware no es menor. "La industria del hardware se divide en dos aspectos: la combinación de partes (armado de cajas blancas) y la construcción de las partes. Deberíamos preguntarnos si esa industria, la electrónica, es viable", dice el titular del CEIL. Según López, la legislación vigente establece fuertes cargas arancelarias para la empresa que ensambla en la Argentina, ya que el código aduanero favorece el armado en origen.
En este sentido, López es tajante: "Nuestra oportunidad es aprovechar los nichos encontrando productos de mucho valor agregado, porque tenemos recursos humanos baratos y muy importantes; si ahí encontramos nuestro lugar, tenemos posibilidades de crecer. Pero primero hay que convencer al Estado de que no nos ponga palos en la rueda, porque si hoy alguien quiere exportar hardware, paga una multa por exportar a causa de las retenciones. Cobrarles retenciones a la soja o al aceite puede ser explicable, pero en un producto de tecnología, donde uno compite con manufacturas monstruosas, las retenciones son un castigo para el desarrollador local".
Por lo pronto, la realización de Tecnoar 2004, en Rosario, demostró que en lo que respecta a la salud de la industria tecnológica nacional, el interior de nuestro país aún tiene mucho para aportar.
Fuente: La Nación
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