El nuevo negocio de los buscadores
En la euforia de la vieja "nueva economía", había al menos 20 motores de búsqueda "100% argentinos". Hoy ya no quedan más de cinco.
El nuevo negocio de los buscadores
La subasta de palabras clave dejó en el abandono a los buscadores nacionales que, en algún momento, brillaron en el mundo Web.
Si después del ¡pow! final de la burbuja del Nasdaq la web se pobló de despojos, y cientos de miles de compañías quebradas dejaron sus marcas flotando en Internet cual restos de un naufragio, en algunos ámbitos el panorama de las escasas sobrevivientes argentinas asoma como particularmente penoso.
En especial en el terreno de los buscadores, para muestra basta con entrar a www.tingloop.com/tingloop/buscadar.htm. En el pináculo de la vieja "nueva economía", había al menos 20 motores de búsqueda "100% arrrrrgentinos". Hoy ya no quedan más de cinco, y la mayoría sobrevive con respiración asistida. Si todavía no anocheció, dése una vuelta por el cementerio digital de buscadores. Mientras tanto, en esta nota algunos de los líderes del sector intentan entender qué pasó con aquellos grandes negocios y por qué este modelo que encarnó el más rotundo fracaso de la economía digital local es hoy la estrella más brillante en el firmamento Nasdaq.
"Con Google hubo una desinfección y vacunación de todos los males que se acumularon en los grandes portales", se despacha desde Israel Jorge Grippo, fundador y mentor de Grippo.com, el buscador argentino más popular durante los años de oro. "Google impone nuevos estándares: una interface limpia, la eficiencia del ranking de sitios en las búsquedas. Y en los negocios, innova".
El sistema Google no sólo se basa en la publicidad. "Los buscadores como Google usan el sponsor link", explica Martín Maslo, director de contenidos de Ubby y Ciudad Internet. "Los resultados de búsquedas que encontrás sobre la derecha de la página, tras ingresar una palabra clave, son pagos, de un modo especial".Maslo explica que cuando alguien plantea una búsqueda los motores arrojan una serie de resultados sobre la izquierda de la pantalla, y un pequeño cuadrado con links sobre la derecha. "Estas apariciones, relacionadas con la búsqueda, son pagas y cotizan en una subasta".
Los anunciantes compran palabras clave. "Ejercicio, dolor, cuello, si tienen una página de kinesiología", continúa Maslo. "A esta compra se le asigna un valor y un límite para gastar: máximo 15 pesos, a no más de 5 centavos por click, por ejemplo". El sistema elige automáticamente a los que más pagaron por esa palabra y los muestra a la derecha. La cotización de dicha palabra determina la frecuencia de aparición del link pago. Cuando se termina la plata, el link no se muestra más y el sistema pregunta si el usuario quiere volve a invertir.
Luis González, de Yahoo Argentina cuenta que en su empresa también se da el mismo criterio: "La publicidad basada en la búsqueda se disparó". Para la filial local de Yahoo, este negocio crece a un ritmo de 300% cuatrimestral. Y el ticket promedio ya supera 40% al de un año atrás.
Junto con esta modalidad, aumentó el interés por escalar posiciones dentro de los buscadores, lo que alimenta a toda una industria dedicada al tema. "El posicionamiento creció 200% en el primer semestre de 2004", revela Eduardo Rondó, gerente comercial de Unlugar.com. Y, claro, por una cuestión de escala, el 90% de los buscadores locales patrio quedó fuera.
"El buscador ya no es un negocio acá", confiesa Nicolás Moldavsky, de www.caraygaray.com.ar., un motor que varias empresas de tecnología apostaron por comprar en los '90, pero que hoy apenas reporta 70 mil visitas mensuales, y sólo le sirve a Garaytech para relevar, en algunos puntos, el estado de la Web local.
Fuente: Clarín
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