¿Es un negocio tener un hotspot en Argentina?
Los accesos wi-fi no logran despegar y siguen siendo un extra de los grandes hoteles o aeropuertos.
¿Es un negocio tener un hotspot en Argentina?
Pese a que los usuarios de hotspots en toda Latinoamérica son menos de dos millones, varias empresas de la Argentina equiparon sus instalaciones con internet inalámbrica. Los destinatarios de éstas inversiones son princpalmente viajeros de negocios, turistas o ejecutivos locales, quienes compran minutos de navegación a los que acceden con tarjetas prepagas. Los precios oscilan entre los $ 10 y $ 15 por hora.
Un informe reciente de GartnerGroup muestra que los espacios preferidos en todo el mundo para instalar hotspots comerciales son los restaurantes, cafés y estaciones de servicio, seguidos por los hoteles y aeropuertos. Hasta ahora, en la Argentina hay ejemplos de accesos inalámbricos a Internet en todos esos rubros.
Pero, las instalaciones actuales sólo apuntan a mejorar la imagen frente al consumidor más que a crear un nuevo negocio. Muchos de los entrevistados creen que para que los hotspots se transformen en una fuente de ingresos, las notebooks tendrían que ser más accesibles y venir equipadas con procesadores móviles como, por ejemplo, Centrino de Intel capaz de conectarse a redes inalámbricas sin agregar placas especiales.
El Alvear Palace es uno de los hoteles locales que instaló hot spots. Desde hace dos años tiene acceso a Internet inalámbrica en sus habitaciones y confiterías con equipamiento de 3Com y un enlace de 1 megabit por segundo provista por TechTel que cuesta u$s 800 al mes. Jorge Edelman, gerente de IT del hotel, recuerda que la inversión de u$s 20.000 hecha por entonces "no tiene relación con los valores actuales, ahora los precios se desinflaron".
La instalación, que duró un año, terminó en diciembre de 2002. Las gruesas paredes del señorial edificio del Alvear obligaron a instalar 26 puntos de acceso, mucho más de lo esperado, para cubrir todas las habitaciones.
¿Imagen o negocio?
Como en la mayoría de los hoteles, Edelman aclara que no se cobra el servicio de conexión. "Es el establecimiento más caro de la ciudad a incluimos estos servicios en el costo de la habitación. La pérdida en imagen y en gastos administrativos sería mayor que los ingresos que podría generar en caso de cobrar el servicio. Además, la ganancia que el acceso a Internet puede dar es absolutamente marginal, lo ofrecemos sólo para dar un servicio extra".
Edelman estima que se producen 50 conexiones por mes y el número crece mes a mes. Pero advierte que ofrecer acceso inalámbrico no es sólo "poner un access point y esperar que la gente se conecte. Cada cliente requiere una atención distinta para conectarse o para configurar su laptop". Por ello, el hotel tiene personal de soporte técnico para huéspedes.
También la cadena NH, tiene conexión Wi-fi en sus cuatro edificios porteños y en los dos del interior, en Mendoza y Córdoba. Luis Gómez, gerente de Sistemas para el Mercosur de NH, señala que "se analizaba instalar hot spots en los hoteles y apareció Telefónica ofreciendo encargarse de la instalación y el servicio. Así, los hoteles de Argentina son los primeros en la región con Wi-fi".
La cadena no puso un peso para ofrecer el servicio. Pero Gómez cree que cuando haya masa crítica "es posible que empiece a cobrarse por el servicio". Por ahora, en NH no hay números que acrediten la cantidad de pasajeros conectados.
Esperando un usuario
A diferencia de los hoteles citados, el Spell Cafe de Puerto Madero cobra el uso de Internet inalámbrica desde diciembre, cuando el proveedor de equipos para redes Damovo (asociado a Hotspot International) les ofreció conectarse. Allí, la hora de navegación cuesta $ 10, de los que el proveedor de acceso usualmente se queda con 20%.
Sin embargo, según Santiago Mele, gerente de Compras del restaurante,
"todavía no se usa, creo que hace falta más publicidad. Lo instalamos, no tanto para el turista sino para los oficinistas de la zona que son muchos pero aún no se enteraron."
Pero la falta de público no desanima a Mele: "No invertimos dinero, pero ganaremos" señala.
Con otro modelo de negocios, Aeropuertos Argentina 2000 instaló dos hot spots, uno en Ezeiza y otro en el Aeroparque Jorge Newbery. La instalación corrió por cuenta de Arnet, proveedor de acceso a Internet de Telecom.
"Aunque empezamos a mitad de año pasado a pensar en este servicio, nos dimos cuenta de las ventajas y desventajas que un hotspot tiene en los aeropuertos", comenta Alberto Blaye, director de Sistemas de la compañía. Es que las frecuencias de transmisión de datos usadas por una red inalámbrica tienen que ser habilitadas por la Fuerza Aérea y, como dice Blaye, "si bien se puede tercerizar el uso, el control de la red le corresponde al aeropuerto, por seguridad. Por eso, la información pasa por nuestras redes."
Más allá de las precauciones del caso, el objetivo de Aeropuertos Argentina 2000 fue dar un servicio al pasajero.
Fabio Godoy, gerente comercial de la empresa, describe la faceta comercial de la instalación: "internet inalámbrica está incluida en un contrato marco con Telecom. Arnet lo instaló y cobra a través de la tarjeta (u$s 5 por hora) y nosotros como no invertimos, por ahora no ganamos dinero. Es un negocio experimental que puede madurar en no menos de tres o cuatro años, cuando todas las laptops incluyan chips móviles. Por eso, por ahora sólo es un servicio extra", concluye y esa parece ser la respuesta a la pregunta de este informe.
Fuente: El Cronista
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