miércoles, mayo 12, 2004

Un millón de argentinos ya hace compras y trámites por Internet

El e-commerce parece estar renaciendo de sus cenizas en la Argentina posdevaluación.

Un millón de argentinos ya hace compras y trámites por Internet

El 15% opera con bancos y el 13% compra en la Red. En todo el mundo, el fenómeno ayuda a comparar precios y ganar tiempo y comodidad. En su evolución influyeron hechos políticos y sociales. "El mercado creció: actualmente los usuarios de Internet llegan a 5,5 millones. Y está más maduro: acumula casi una década de experiencia con el mundo online", destaca Enrique Carrier, de la consultora Carrier y Asociados.


En la prehistoria de la Web, los pocos y esforzados habitantes de las redes telemáticas tenían entre sus sueños uno que a primera vista parece prosaico: "pedir una pizza por computadora". Este hito simbolizaba con sencillez la masificación de la nueva tecnología y su instalación en los hogares, en la noble superficie de una mesa.

En 1994 se pudo, por primera vez, hacer un pedido por Internet a Pizza Hut. En el mismo año desembarcaban los primeros sitios de comercio electrónico (como cdnow.com, de venta de CD musicales) y el primer banco virtual (First Virtual). Por primera vez se vio un banner publicitario (en Hotwired.com). Había nacido el comercio electrónico.

A la Argentina llegó en 1998, con 4 años de atraso, pero se expandió rápidamente y cambió hábitos, aun en medio de la crisis y a veces impulsado por ella. Generó hasta cursos para personas mayores (por ejemplo en la Universidad Maimónides), y así los tardíos principiantes pudieron aliviar el encierro del "corralito". El pago de impuestos y servicios por Internet, que al inicio fue un shock, resultó ser un viaje de ida.

Actualmente (según un flamante informe de la consultora Carrier y Asociados) el 15% de los usuarios argentinos (825.000 personas) usa la banca electrónica y el 13% (715.000) hace compras online. Tomando en cuenta que muchos realizan ambas actividades, el informe concluye que alrededor de un millón de argentinos hacen transacciones por Internet.

En sus 10 años de vida, el comercio electrónico o e-commerce tuvo un crecimiento desprolijo e irregular. Se agitó entre esperanzas incumplidas y éxitos inesperados. A los tropiezos, cambió drásticamente los hábitos de la sociedad. Sus altibajos estuvieron, muchas veces, ligados a sucesos políticos y sociales.

¿Qué frenó las transacciones online? Fundamentalmente, el miedo al fraude y los errores de diseño de los sitios. Forrester Research, en 1998, advertía que las dos terceras partes de los potenciales compradores online no lograban comprar nada. El vicio de privilegiar los "efectos especiales" sobre la funcionalidad de los sitios aún no ha sido erradicado.

¿Qué factores impulsaron el comercio electrónico? Muy frecuentemente, hechos inesperados. En EE.UU., los atentados del 11 de setiembre de 2001 causaron una fuerte retracción en la población. El miedo a acudir sitios públicos hizo preferir la seguridad del hogar: en sólo un mes las ventas online crecieron un 17%.

La Argentina del corralito dio un inesperado impulso a la banca online. Impedidos de utilizar dinero en efectivo, los argentinos comenzaron a pagar servicios y saldos de tarjetas de crédito y hacer transferencias en sitios web como www.pagomiscuentas.com y www.pagoslink.com.ar. El "home banking" se impuso compulsivamente, pero se demostró eficaz: es difícil conocer a alguien que, habiendo conocido este medio, lo haya abandonado.

El supermercado virtual también tuvo en la crisis un impulso sorpresivo: desde el exterior se pudo encargar, pagar y regalar "los mandados" a parientes en dificultades económicas.

Los shoppings nacionales online vieron aparecer las compras nostálgicas de argentinos empujados al exilio económico: por ejemplo, de camisetas de fútbol.

A 4 años de la "caída de las puntocom", del fin de la fiebre del oro virtual, el comercio electrónico sobrevive y avanza, ahora sin delirios de grandeza. Su crecimiento se mide no sólo por las grandes cifras (que volvieron) sino por los cambios que introdujo e introduce en las costumbres.

Fuente: Clarín

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