miércoles, abril 28, 2004

Google se nutre de la información, pero se envuelve en el secreto

Aparte de la oferta inicial, el secreto impregna las relaciones de Google. La firma revela sólo suficiente información para atraer al público y los periodistas a sus operaciones, pero escatima los detalles.

Google se nutre de la información, pero se envuelve en el secreto

La razón de ser de Google Inc. es hacer que la información sea accesible y útil. Pero en lo que se refiere a su salida a bolsa, que podría anunciarse esta misma semana, el buscador de Internet ha creado un proceso ultrasecreto nunca visto por las firmas de Wall Street.

Los directivos de Google prohibieron el año pasado la entrada a los banqueros de inversión a su complejo de Mountain View, California. Los pocos afortunados que recibieron información sobre los planes tenían que firmar una declaración jurada de que no filtrarían detalles a la prensa. Algunos de los inversionistas iniciales de Google dicen que aún no conocen los planes sobre la salida a bolsa.

Google es una de esas jóvenes compañías poco comunes, con tanto poder que ha insistido en abrirse su propio camino a través del bien establecido proceso de salida a bolsa. Su idiosincrasia bien diferenciada y su deseo de control han dado nuevos aires al habitual sistema formal, creando tensiones entre la compañía y sus bancos.

La esperada oferta inicial de acciones de la compañía llega en momentos que Wall Street se recupera de varios escándalos de salidas a bolsa que redujeron el número de nuevas emisiones tras la explosión de la burbuja tecnológica, haciendo a los banqueros más dóciles a las demandas de Google.

Google, por ejemplo, no divulga exactamente cuántos empleados tiene: "Más de 1.000", es la respuesta típica. Tampoco divulga cuántos servidores utiliza para responder a los millones de solicitudes de búsqueda diarias.

"Más de 10.000", es lo que dice. Los estimados independientes calculan que cerca de 100.000. Una portavoz de Google rehusó hacer comentarios para este artículo.

La discreción también abunda al hablar de los cimientos de su negocio: cómo deciden sus computadoras el orden en que muestran los enlaces en la Web cuando un usuario escribe una solicitud de búsqueda. Los anunciantes, entre otros, han intentado durante mucho tiempo descubrir cómo hacer que sus sitios aparezcan más arriba en las clasificaciones, aumentando la probabilidad de que los usuarios hagan clic en ellos.

Google guarda su fórmula celosamente y la actualiza de vez en cuando, para dificultar que personas ajenas descubran el funcionamiento del sistema.

Hasta ahora, Google ha usado su secreto como arena competitiva. "Uno de los lujos de ser una compañía privada es que podemos permitirnos actuar de una manera que, como compañía en bolsa, sería mucho más difícil", dijo el presidente ejecutivo Eric Schmidt en un discurso.

Las fundadores Sergey Brin y Larry Page se han resistido durante mucho tiempo a sacar la empresa a bolsa, a pesar de que les haría multimillonarios, en parte porque les obligará a divulgar mucha más información a las personas ajenas a la empresa y a sus rivales, dicen fuentes cercanas.

Salir al mercado podría resultar en un choque cultural para Google, ya que por primera vez tendrá que revelar cuánto gana y de dónde proceden sus ingresos, además de someter a sus fundadores a los interrogatorios de los inversionistas.

"Google tiene un gran problema con el secreto y un enorme desafío a nivel comunicativo si sale a bolsa sin haber resuelto esto", afirma Matthew Berk, analista independiente de Internet en Nueva York.



Fuente: La Nación

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