Se acaba 2003 y -como es tradicional-, todos los diarios emiten un balance tecnológico del año y alguna prospectiva. El turno de Clarín.
Las pymes se preparan para el salto tecnológico
La necesidad ya la tenían. Incluso durante 2002, en plena crisis, habrían querido mejorar sus sistemas de bases de datos. Pero según cuenta Jorge Bravo, jefe de informática de Aluflex —una fábrica de envases flexibles de aluminio con planta en el parque industrial de San Luis—, la inversión era impensable en aquellas condiciones.
"Lo habríamos necesitado—explica— ya en la época en que el dólar llegó a casi cinco pesos. Pero entonces no había valor de mercado para nada y era imposible gastar un centavo". Sin embargo, apenas se aquietaron las aguas, la pyme decidió destinar cerca de 80 mil dólares a la compra de servidores, equipos de escritorio e infraestructura de redes. "Todo para incorporar un motor de base de datos de SQL Server, compatible con el de nuestra casa matriz, mejorar el intercambio de información y ganar competitividad".
Una necesidad similar y la misma coyuntura (el dólar estable y la economía en crecimiento) llevaron también a la gigante Siderar a prever una inversión de 12,8 millones de dólares entre 2004 y 2006, para mejorar su base tecnológica y así reducir costos.
Ambas firmas, de un lado y otro de la pirámide social empresarial, apostaron por mejorar la calidad de sus activos a partir de 2003, lo que habla de la gradual recuperación del mercado tecnológico local.
"Queremos pasar a usar 10g, lo último en bases de datos Oracle", cuenta Gustavo Danelutti, gerente de proyecto de Siderar. El sistema, le permitirá a la siderúrgica optimizar el uso de sus servidores. Pero para lograr tal cometido, Siderar deberá también actualizar hardware y aplicaciones sobre procesos productivos que no se detienen. "Este tipo de inversiones sólo se hace una vez cada 15 años", dispara Danelutti. Y la pregunta que aparece de inmediato es: ¿si se hacen sólo una vez cada tanto, es que soplan vientos favorables para invertir en tecnología?
"Estuvo todo muy parado desde 2000, y 2002 fue el subsuelo para el mercado de las nuevas tecnologías en la Argentina", explica Raúl Bauer, director de Trends Consulting-IDC Argentina. Pero las inversiones postergadas ahora empiezan a moverse. Y, desde hace algunos meses, el mercado tecnológico local se mueve junto con ellas.
"Ahora estamos volviendo a los niveles de mercado del 98 y 99", confirma Darren Ware desde IDC en Miami. "Sin embargo, aunque hay un crecimiento importante, todavía no se llegó a los números de 2000 y 2001". En la consultora dicen que el mercado tecnológico argentino se disparará entre 35% y 40% en 2004, superando los U$S 2.000 millones en ventas de hard y software.
"Se estima para la Argentina el crecimiento más alto en la región", explica Ware. "Y lo bueno es que las empresas están recuperando su confianza para invertir en tecnología".
Pero el analista no se queda sólo con ese diagnóstico, ya que asegura además que, entre las más requeridas por las empresas, estarán las aplicaciones que mejoren la productividad, la llegada a los clientes y que permitan bajar costos de producción.
"En la Argentina, el sector financiero empieza a otorgar créditos en moneda local", evalúa el expansivo Carlos Carnevali, que comanda la sede latinoamericana sur de Cisco Systems. Cisco es una de las mayores jugadoras en el mercado de conectividad digital, y ahora apuesta a desbancar a las principales compañías de servicios telefónicos impulsando la telefonía IP (por Internet).
Desde su natal San Pablo, en Brasil, Carnevali apunta: "Las petroleras y las petroquímicas están invirtiendo fuerte en tecnología, y van a ser un motor. Pero el sector pyme, tanto en la Argentina como en Brasil, se está moviendo de un modo impresionante".
Según la mayoría de los expertos, la inversión tecnológica en la Argentina —pyme y corporativa— tiene como eje a cuatro tecnologías, que son las que se van a imponer en la arena de los negocios: la telefonía IP, los servicios on-demand (almacenamiento y procesamiento de datos a pedido), las redes privadas inalámbricas (wireless) y el grid computing (pequeños servidores conectados, escalables y flexibles, en reemplazo de servidores más grandes).
"Nosotros ya pedimos una ampliación de nuestras centrales telefónicas IP que debería estar lista para enero de 2004", cuenta Armando Mayer, jefe de telefonía del Hospital Italiano. "Hay un crecimiento en la actividad y esto debemos acompañarlo con mejoras tecnológicas".
Este mercado representa unos 500 millones de dólares en América latina, comenta Juan Pablo Estévez, de Cisco. Y, aunque localmente, por ahora no son más de 20.000 las líneas telefónicas IP —un servicio que se apoya en las conexiones de banda ancha a Internet—, los 250.000 usuarios locales de broad-band le auguran a la IP telephony un futuro promisorio.
"En la Argentina hay 7,2 millones de teléfonos, y menos de 20 mil son IP; pero siguen creciendo las conexiones de banda ancha. Y toda esta gente empieza a usar Internet de modo cada vez más expansivo. Entonces, la popularización del IP telephony es sólo cuestión de tiempo", conjetura Ferrero.
También el área de servicios on-demand está en expansión en toda América latina. Según una encuesta de IDC, la región va a duplicar en terabites (millones de millones de bites), el volumen de datos almacenados por terceros en 2004.
"Sin dudas, una de las áreas de mayor crecimiento va a ser la de servicios", asegura Ignacio Vaca de Osma, vocero de IBM. "Y esto se va a acompañar de innovación en hardware y software".
La provisión de sistemas de administración de clientes, pago de salarios y control de proveedores, por ejemplo, tenderán a tercerizarse y a montarse en plataformas remotas. Y esto puede verse como una estrategia de los grandes jugadores del mercado para atacar fuertemente a las pymes que empiezan a tecnificarse.
¡Conectarse y listo!
"La idea es que yo me voy a conectar con Internet para tener servicios de computación. No necesito tener en la empresa todo el hard o el soft", explica Bauer.
Y no es el único que considera que la baja complejidad seduce a las pymes. "En este segmento, la simplicidad de las herramientas facilita la incorporación de nuevas tecnologías", asegura Pedro Sorop, Gerente General de Microsoft de Argentina.
"Las pequeñas empresas sólo quieren usar sistemas para administrar mejor sus recursos y ser competitivas", agrega Carnevali.
Andrés Prieto, vicepresidente de Oracle para América latina, agrega además que el on-demand es altamente compatible con otro de los paradigmas estrella: el grid. "Ambos nacen como estrategia dentro de un proceso de recesión, por lo que apuntan a la reducción de costos".
Las arquitecturas en grid, como la que busca montar Siderar —de varios servidores interconectados y escalables— son, según Prieto, más económicas y accesibles, por lo que van de la mano con las necesidades de las pequeñas y medianas empresas con requerimientos tecnológicos sofisticados. "Se amolda más que bien a pequeñas empresas en crecimiento, y acceder a ella cuesta menos de 5.000 dólares", asegura Prieto.
Pablo de Lazzari, de Hewlett Packard Argentina, confirma el dato: "Sobre todo las pymes exportadoras, o asociadas a grandes exportadoras, tomaron conciencia de la necesidad de informatizarse". Para él, estas pymes podrán obtener beneficios tanto del grid como del on-demand.
La cuarta pata del mercado de IT en la Argentina a partir de 2004 será, según los expertos, el wireless (las conexiones inalámbricas a Internet).
"Hay un gran potencial para el desarrollo de las redes privadas inalámbricas en la Argentina", asegura el analista Enrique Carrier. Las proyecciones de crecimiento de esta tecnología son más altas que en el resto del mundo. En América latina los ciclos de crecimiento tecnológico operan salteando generaciones.
"Incluso ya hay hot-spots (conexiones inalámbricas) provistos por algunas compañías de teléfonos en la Argentina", asegura John Davies, vicepresidente mundial de marketing de Intel, la mayor productora mundial de chips, y una compañía que impulsa el estandard inalámbrico con su línea Centrino. "Todos somos móviles, así que lo normal es que las tecnologías también lo sean".
Los dispositivos inalámbricos ya están en el mercado, y su bajo costo y altas prestaciones los hacen ideales para las pymes y el hogar. "Nuestra línea Linxes permite armar redes inalámbricas hogareñas o en pequeñas empresas", describe Carnevali. "Y esto va a revolucionar la manera de trabajar". Las más pequeñas entre estas centrales permiten conectar a Internet a 10 equipos en simultáneo, con sólo con una línea ADSL o de cable. Y ya pueden conseguirse por U$S 100.
"El precio y la simplicidad de la instalación terminarán por volcar a las pequeñas empresas Argentinas hacia uso de la red sin hilos", comenta Ware.
De la mano de la recuperación económica y una política agresiva de las proveedoras, el mercado tecnológico argentino volverá a crecer a un ritmo superior al 20%, estiman los analistas. Aunque habrá que esperar hasta principios de 2006 para volver a los niveles que sorprendían al mundo allá por el año 2000.
Fuente: Clarín
lunes, diciembre 22, 2003
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