martes, diciembre 23, 2003

Ahora la nueva amenaza son los espías informáticos

El auge del software-espía logra poner paranoicos a los usuarios, que no saben quien está recopilando su número de tarjeta y sus contraseñas.

¿Su computadora tiene espías?

Se lo conoce simplemente como el caso Kinko. Pero en el mundo de la seguridad informática representa una seria amenaza a la privacidad de los usuarios de Internet. Tanto los particulares como las empresas corren el riesgo de perder el control de su información más confidencial.

Este año Juju Jiang, un joven de 25 años que vive en Nueva York, admitió haber plantado el denominado keylogging software en computadoras públicas de 13 puntos de ventas de fotocopiadoras Kinko en todo Manhattan. El software le permitió grabar y robar información personal a más de 450 personas.

Usó esa información para transferir fondos de las cuentas bancarias de sus víctimas a cuentas nuevas que él mismo había abierto a su nombre. También vendió por Internet los datos que había robado.

El caso de Jiang es uno de un puñado que hasta ahora salió a la luz en Estados Unidos. Y no será el último. Las autoridades estadounidenses estarían investigando numerosos intentos subrepticios de instalar snoopware en computadoras de particulares y compañías.

El snoopware es uno de los tipos de software espías, programas diseñados para controlar lo que la gente hace en sus computadoras. La variedad más común es adware, que hace un seguimiento de los hábitos online de la gente y envía anuncios publicitarios mediante ventanas popup relacionadas con sus intereses. Eso puede ser molesto, pero es relativamente benigno.

No ocurre lo mismo con el snoopware, un tipo de aplicación mucho más poderoso que en forma secreta graba e-mails, conversaciones de los chatrooms, visitas a los sitios web, pulsaciones de teclas y claves. La persona espía recibe toda esta información por correo electrónico, sin que la víctima se dé cuenta.

Hay otro tipo de software que se llama Troyano, que es un programa que permite que una persona a distancia, sin ser vista, tome el control de la computadora de otro.

Muchos de estos programas tienen usos inocentes y legales.

Algunos padres usan el software que graba las claves de usuario para controlar qué hacen sus hijos con la computadora. Y el Troyano también se utiliza en las empresas para que los administradores de sistemas tengan fácil acceso a todas las computadoras dentro de una red.

Pero en manos equivocadas pueden derivar en actividades nefastas. Los particulares podrían perder el control de sus datos sobre identificación personal, cuentas bancarias, números de tarjetas de crédito y claves. Los secretos comerciales de las empresas, la información confidencial sobre el mercado y los antecedentes personales también son vulnerables al snoopware. "Estoy totalmente convencido de que esta es la próxima gran amenaza. Este es el mismísimo comienzo del fenómeno", señaló Matt Cobb, vicepresidente de Earthlink, proveedor de servicios de internet.

Nadie conoce el tamaño del problema, principalmente porque los particulares y las empresas, por lo general, no son concientes de que fueron infiltradas. Y aquellas compañías que lo descubren, no quieren hacerlo público por temor a la mala publicidad y potenciales consecuencias legales.

Pero Webroot, un firma chica de software de seguridad que le vende a Earthlink programas que bloquean aplicaciones espías, estima que un 18% de las computadoras podrían estar infectadas. Su cálculo se basa en los resultados provenientes de 300.000 personas que en noviembre aplicaron su "spyware audit", un programa gratis que detecta si la computadora tiene espías.

Los snoopware pueden instalarse en la computadora de la víctima a través de Internet, pese a que los fabricantes de estos programas publican una exención de responsabilidad y advierten que esa práctica es ¡legal. También pueden ingresar mediante attachments o dentro de virus.


Fuente: El Cronista

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