Que hay detrás del boom de los teléfonos celulares
El mercado de los teléfonos celulares se amplió más del 50% en lo que va del año. Las operadoras bajan las barreras de entrada para reclutar nuevos usuarios
Argentina: Qué hay detrás del boom de los teléfonos celulares
El optimismo tecnológico de fines de la década del 90 echó a rodar tres profecías sobre cómo la vida cotidiana iba a mutar radicalmente: que la computadora y el televisor iban a unificarse en un solo aparato que centralizaría todo el entretenimiento; que la gente iba a comprar todo lo que necesitaba por internet; y que el avance arrollador de la telefonía móvil iba a arrojar al desván de la historia la noción del teléfono como dispositivo ligado a un lugar y no a un individuo. El número de teléfono, decían, sería como el del documento de identidad: cada uno tiene el suyo, y se mueve con él.
El primero y el segundo de esos vaticinios o bien ocasionaron estrepitosas quiebras de negocios o todavía siguen rodeados de incógnitas sobre cómo será la evolución. Sólo el tercero ha empezado a cumplirse, así en la Argentina como en el resto del mundo.
En el país, el número de líneas telefónicas móviles en servicio superó por primera vez al de líneas fijas a fin del 2003, y siguió subiendo como por una rampa. Este año comenzó con 7,8 millones de usuarios de celulares y terminará con unos 12,5 millones, según la cifra que hoy baraja la consultora Prince & Cooke (otros especialistas profetizan no menos de 12 millones). Esas cantidades fueron corregidas y aumentadas después de las ventas récord de octubre, cuando el día de la madre fue el argumento para reclutar un millón de ingresantes al teléfono móvil.
Eso significa que el mercado puede terminar el año un 60% mayor que al principio.
Es cierto que el "triunfo" de los celulares sobre los fijos hubiera debido producirse, según esperaban los especialistas, por lo menos un año antes, de no mediar la crisis económica que congeló o achicó el número de líneas. 720.000 líneas se cancelaron en total en el período 2001-2002.
Pero si una parte del dinamismo del 2004 se alimenta de compras postergadas durante la depresión, estiman en Prince & Cooke, ése es apenas un aspecto del fenómeno. El resto se explica por una mezcla de razones tecnológicas y comerciales.
A mediados del año pasado, la mexicana América Móvil desembarcó en la Argentina —al mismo tiempo que compraba activos en otros países de Latinoamérica— con la adquisición de la operadora CTI. De esa fecha, aproximadamente, data, según los observadores una aceleración de la voracidad de las operadoras por captar clientes.
El principio de los mexicanos de "bajar precios y ganar mercados" se tradujo en una guerra de precios en curso. La contienda no se centra en el costo del servicio sino en la entrada al mercado, esto es, en la oferta de terminales accesibles. Cualquiera puede comprobarlo cuando le ofrecen un aparato a 50 pesos mediante los planes dos por uno. En el mes que acaba de terminar, el día de la madre fue la piadosa excusa para una campaña difícil de desoír: cada celular terminaba costando 50$ para dos personas no necesariamente unidas por un vínculo filial. Las promociones siguen, con otros nombres.
El fenómeno de ampliación del mercado argentino este año dejó cortas las predicciones. Algo más del 32% de la población empezará el 2005 con un teléfono en el bolsillo (eran sólo el 21% al comenzar el 2004).
Los progresos no serán tan grandes en los años que siguen. "Habrá que ver cuál es el comportamiento cuando se venzan las promociones con las que mucha gente entró al servicio", dice Pablo Tedesco, director la firma Prince & Cooke. Prevenido por el fenómeno de "descelularización" del 2001-2002, el consultor estima "unos quince millones de usuarios dentro de tres años, de no mediar imprevistos reveses en el empleo y la capacidad de compra de la población".
Fuente: Clarín
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