miércoles, marzo 19, 2003

LAS TELEFONICAS CONTRA LAS CUERDAS

Telcos, con un modelo de negocios cuestionado


Dos poderosas fuerzas determinan la tendencia negativa que los especialistas auguran para este año en el sector de telecomunicaciones; una es económica y la otra, de mercado. Desde octubre de 2001, 17 empresas -cuyo valor conjunto suma US$ 96.000 millones- se han acogido al título XI de la ley federal estadounidense para concursos y quiebras. Entre las más prominentes figuran Global Crossing y WorldCom. En el segundo caso, el valor de libros, US$103.800 millones, supera el total anterior, pues éste sólo refleja la cotización bursátil de las firmas en crisis a mediados de 2002.

Las compañías en convocatoria, naturalmente, estuvieron (y están) muy ocupadas tratando de arreglar o refinanciar deudas, reorganizar estructuras -cúpulas, en particular- y modelos de negocios. Con pocas excepciones, este grupo emergerá de concurso durante 2003 virtualmente sin deudas y bastante achicado.

¿Qué hay de malo en eso? Que las empresas todavía no saben cómo ganar dinero en serio. Así, Viatel -una transportadora a larga distancia-salió del concurso en mayo y sigue tratando de competir en precios y tarifas. Esta misma estrategia había acorralado a muchas otras firmas y provocó 47 pedidos de quiebra entre enero de 2001 y el último trimestre de 2002. ¿Por qué? Por un problema de mercado: las tarifas en banda ancha han caído tanto que los prestadores ya no cubren los costos, pues no hay demanda que baste.

Desde inicios de 2001 hasta septiembre de 2002, esos niveles han descendido 4.4% en promedio, según un estudio de Band-X, una firma londinense experta en el segmento. No parece que los valores vayan a repuntar en un plazo razonable, pues la oferta sigue desbordando enormemente la demanda. Por ejemplo, en Estados Unidos casi 75 millones de hogares están listos para instalar cable módem, pero apenas 11 % ha optado por este canal para acceso ultrarrápido a Internet. Así lo demuestra un reciente informe difundido por la oficina de política tecnológica, del Departamento Federal de Comercio.

Estos problemas se agudizarán en 2003, año de deflación en Estados Unidos, estancamiento en la Unión Europea y más recesión en Japón. De acuerdo con un estudio dirigido por Lynn Lopucki (Facultad de Derecho, Universidad de California), 42% de las firmas que habían recurrido a un solo tribunal de quiebra -el de Delaware- para reorganizarse, en el quinquenio 1991-6, volvieron a pedir quiebra. El título XI las mantuvo meramente en animación suspendida cuando, en verdad, debieron haber expirado.

No hubo consolidación ni fusiones, la oferta no cedió y los precios no reaccionaron. Las empresas que salen de convocatoria continúan con dificultades de caja y no obtienen efectivo para saldar deudas. Esto las obligará pronto a reorganizarse de nuevo, o sea a otro ciclo de concursos, como le ocurriera a la aeronáutica comercial en las décadas de los '60 y los '70.

El caos vivido desde 2001 indica que las telecomunicaciones van mutando de un negocio integrado verticalmente a uno de perfil horizontal, con márgenes mínimos. Thomas Evslin, CEO de IXTC, especializada en servicios, compara los recientes cambios en las telcos con el paso de computadoras centrales a PC. En esa transición, los fondos salieron de TM rumbo a Microsoft e Intel.
El experto pronostica una "redistribución de ingresos" similar en el área. Los flujos de capital que antes iban hacia Lucent Technologies o Nortel Networks se reorientarán a empresas que fabriquen equipos aptos para protocolos de voz por Internet o que sustituyan conmutadores caros con sistemas más flexibles. La transición será dura y ni los más optimistas esperan que termine antes de 2004. Para muchas compañías, será demasiado tiempo.


Revista Mercado del 2003-03-00

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