miércoles, marzo 19, 2003

Balance de la CeBIT 2003:

Esperando tiempos mejores

Si algo negativo certifica la feria mundial de los negocios de la tecnología del CeBIT es que la denominada 'economía Internet' está, para desgracia de la Red, completamente muerta, y sin que exista síntoma alguno de recuperación, ni pesadumbre por parte del público, que parece congratularse del fracaso de los e-emprendedores, caracterizados hoy como una pandilla de especuladores.

Sólo algún negocio aislado de 'hosting', registro de dominios y elaboración de 'e-shops' y páginas web recuerda lo que fue la tierra prometida.
El CeBIT 2003 es una mala fotocopia del CeBIT 2002. Mala porque bajo la apariencia de normalidad se esconden unos cuantos cadáveres empresariales que no han resistido el deterioro del último ejercicio.

La organización de la Messe -o feria, en alemán- es maestra en la habilidad de ocultar metros cuadrados no ocupados, y este año, con una caída estimada por los veteranos superior al 25 % en asistencia, se ha vuelto a emplear a fondo.

Menos 'regalitos y fiestas de la cerveza

En apariencia no ha sucedido nada, pero dos indicadores claros a ojos de los observadores, como son el número y surtido de regalitos que despachan los expositores y las fiestas cerveceras que se celebran a partir de las 18.00 de la tarde, una vez concluye la hora de los negocios, que menguan notablemente, son un motivo elocuente.

Nadie se libra de la debacle, y aunque los gigantes, como Deutsche Telekom (que la semana pasada presentó unas pérdidas de infarto, las mayores en la historia de una compañía continental), siguen alardeando, la realidad es que a los únicos a los que nos se les advierte signos de fatiga son a los taiwaneses que fabrican todo tipo de artilugios de la eletrónica, la computación y las telecomunicaciones, quienes siguen con los mismos modestísimos estands año tras año, todos agrupados bajo la marca de Taiwan, y atendidos con el celo y la vocación propia de los tenderos hindues londinenses que abren las 24 horas.

Un botón de muestra: este año están hinchándose a contratar pedidos de modems ADSL por menos de 50 euros la unidad.

Este año Nokia con su 'n-gage', un teléfono móvil que parece una Game Boy, barre de calle. Los Panasonic, Samsumg, Motorola, Ericsson intentan no quedarse a la zaga apostando al unísono por los móviles con cámaras y pantalla color.

Un teléfono móvil sin estas características parece ya no jugar en la liga de los consumidores.

También se ven los modelos futuros de Tercera Generación, ya completamente terminados y casi a la venta. No se sabe qué hace falta ya para que la Tercera Generación, 3G o UMTS, entre en funcionamiento, pero a este paso nadie la va a necesitar.

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