Nuevas tecnologías cambian las pautas de consumo en el mercado del entretenimiento digital
EE.UU.: el "boom" de los DVDs XXX anuncia la llegada de la pornografía interactiva
Los DVDs interactivos marcan la tendencia: las actrices trabajan para el espectador y a los actores apenas se los ve. Avanza el desarrollo de un sistema capaz de “trasladar a los actores a la casa del espectador”.
En 1995, un artículo publicado en la revista estadounidense “The New Yorker”, examinaba, entre otras cosas, la curiosa supremacía que ejercen las estrellas porno mujeres sobre los hombres, en pantalla y, sobre todo, en materia de cachets. Según el artículo, los hombres “son casi actores secundarios” en los filmes “XXX” y, por lo tanto, ganan hasta el 50 por ciento menos que las mujeres. Hoy, con el auge del DVD, los actores porno corren peligro de volverse definitivamente obsoletos, innecesarios e invisibles. Aunque el sexo siempre será de a dos, el desarrollo de un sistema de pornografía holográfica que no requiere la participación masculina podría para siempre desocupar a los hombres, todavía necesarios para “la industria de películas para adultos”.
En 1980, el video revolucionó lo que todavía se llamaba “la industria” y llevó la pornografía a los dormitorios (y al living) de las casas de la gente, permitiendo, incluso, que cualquiera pudiera filmar sus propias películas caseras. Pero el DVD, que en los Estados Unidos concentra más del 65 por ciento de las ventas de películas condicionadas, ya no sólo permite dirigir sino, también, participar en los filmes. La mayoría de los DVDs para adultos todavía están consagrados a la pornografía berreta, casi siempre, burda y degradante, plagada de escenas multitudinarias descolgadas de argumentos imposibles. Sin embargo, el producto pornográfico que más se vendió en los últimos meses es una serie de nueve DVDs completamente interactivos titulados “Sexo virtual con...”.
En estas películas, la actriz mira a la cámara todo el tiempo y habla directamente con el espectador. Su compañero nunca aparece de cuerpo entero; sólo se le pueden ver las manos y algunas pocas otras partes, según la escena que elija mirar el espectador. “Es lo más cercano a tener sexo con las actrices sin estar con ellas”, dice Joone (a secas, sin apellido), director de la serie “Sexo Virtual” y creador y copropietario de la productora que la edita, Digital Playground. “Cuando uno mira una película pornográfica tradicional, la mira en ‘tercera persona’. Como un voyeur. Nosotros, en cambio, ofrecemos la posibilidad de vivir la experiencia en ‘primera persona’. Y ser, al menos por un rato, el Dios del universo,” exagera Joone.
En “Sexo virtual con Devon”, por ejemplo, el DVD empieza con una breve introducción: “Soy Devon. ¿Estás listo para jugar conmigo?”, dice la actriz. Después el espectador tiene que elegir entre cuatro opciones: “Strip”, “Historias”, “Juegos iniciales” y “Sexo”. Si el espectador elige “Juegos iniciales” o “Sexo”, puede optar por ubicarse en una de cuatro posiciones sexuales y hasta tiene la facultad de seleccionar la actitud de Devon, entre “inocente” y “obscena”. “¡Podés elegir las posiciones sexuales!”, exclama un texto en pantalla. “¡Podés elegir los ángulos de la cámara!”, “¡Podés elegir sus estados de ánimo!”, “¡Le podés pedir que se desnude para vos!”, “¡Podés disfrutarla todas las veces que quieras!”...
Algunos veteranos del negocio de la pornografía, como Paul Thomas, de 52 años, quien empezó actuando y ya dirigió más de 200 películas para adultos, no están muy convencidos de la efectividad de los DVDs interactivos porque, dicen, “las imágenes carecen de línea argumental”. Thomas prefiere hacer lo que él llama “la mejor pornografía de la industria”; es decir, películas con argumento. Igual que los filmes convencionales, el típico DVD para adultos, ya sea dirigido a hombres, mujeres, heterosexuales u homosexuales, siempre ofrece “escenas de regalo” protagonizadas por las estrellas principales de la película, que varían entre ángulos alternativos, tomas fuera de cámara y jugosas entrevistas.
Mercedes, de 25 años, que actúa para Vivid Entretainment, dice que lo mejor del DVD no es la película en sí sino el detrás de escena: “A la gente le gusta verme cuando no estoy actuando”, sostiene la actriz. Digital Playground está decidida a ir más allá: contrató a un grupo de ingenieros y programadores especializados en holografía para desarrollar un sistema que, algún día, le permita ofrecer un tipo de pornografía que traslade a los actores a la casa del espectador. “Ya filmamos a nuestras chicas contra un fondo negro para nuestros DVDs interactivos. Cuando perfeccionemos la tecnología holográfica, podremos cancelar el fondo negro y hacer que la actriz aparezca en un espacio tridimensional. A nuestros clientes les va a encantar”.
Fuente: The New York Times
lunes, agosto 25, 2003
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