WSJ: ¿Una segunda revolución en el mercado tecnológico?
Según el Wall Street Journal, el mercado está enrarecido y es difícil saber "qué pasará con el mundo tecnológico de aquí a 18 meses". Veamos los argumentos.
WSJ: ¿Una segunda revolución en el mercado tecnológico?
Un espectro se cierne sobre la industria de la computación: es el fantasma de la competencia. Con perdón de Marx y Engels por trivializar su frase sobre el comunismo, uno no puede dejar de notar que la industria tecnológica se ha vuelto sorpresivamente mucho más vivaz.
No hace mucho, se predecía que por esta época estaríamos en la fase inicial de un reinado de 1.000 años del duopolio Wintel. Según lo que se podía observar, el ecosistema de la computación sería poco más que un sistema operativo Windows de crecimiento descontrolado y mal comportamiento, funcionando con chips de Intel cada vez más grandes, recalentados y ruidosos.
Pero en estos días, tanto Intel como Microsoft están recogiendo los platos rotos de años de entropía en temas de diseño. Es más, la compañía de Bill Gates está lidiando con una lista de amenazas sutiles y no tan sutiles: Linux, por supuesto, pero también Apple y Google; cada una parece tener algo debajo de la manga. Como resultado, es difícil saber qué pasará con el mundo tecnológico de aquí a 18 meses. Es la primera vez en mucho tiempo que se da esta situación. De repente, el mundo de la tecnología se volvió interesante una vez más.
Es asombrosa la manera en que tanto Intel como Microsoft se ven forzadas a desviarse de su estrategia tradicional de "más es más" que les ha funcionado por tanto tiempo. Intel sabe que no puede seguir diseñando chips más grandes y más rápidos. Por un lado, la velocidad ya no vende. Y lo que es peor, estos chips se están recalentando tanto que podrían cumplir con la doble función de sopletes para soldar.
La nueva dirección de diseño de Intel, que la empresa enfatizó nuevamente la semana pasada, es la operación sin recalentamiento y de bajo consumo de energía, especialmente para las computadoras portátiles. Lo mismo ha dicho el rival de Intel AMD.
Por su parte, Microsoft ha pasado años construyendo un sistema operativo Windows más grande, absorbiendo cualquier idea que cruzaba su camino. Durante los año 90, esto involucró algo muy importante: los navegadores de la Web. Ahora, sin embargo, Windows se ha vuelto tan grande y difícil de manejar que es un blanco constante para piratas y otros bandidos informáticos. Al hacer el cambio hacia un nuevo sistema operativo, llamado Vista, Microsoft está abandonando su doctrina de agregar nuevas funciones en favor de un código estable que hace lo que supone que debe hacer. De hecho, una de las principales funciones prometidas de Vista — un sistema modificado de almacenamiento de información — fue desechado.
Pero si Microsoft está navegando nuevas aguas con sus funciones, esto también le abre la puerta a los demás. Los ingenieros de Google, liberados del imperativo bajo el cual funcionan sus contrapartes de Microsoft, han estado dándole la carrera a Microsoft, en lo que a innovación se trata.
Gracias a Apple, el año próximo promete ser auspicioso. La compañía comenzará a vender computadoras Mac con chips de Intel. Si Steve Jobs se está tomando la molestia de readecuar su sistema operativo, ¿por qué no ir más allá y finalmente vender el sistema operativo Mac a los millones de PC con tecnología Intel?
Esa sería una gran pelea: Bill Gates y Steve Jobs mano a mano, luchando por el corazón mismo de la computación moderna, como en los viejos tiempos.
Fuente: The Wall Street Journal
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