Nanotecnología, la próxima revolución
Un estudio de la OCDE señala que para 2010 esta ciencia estará presente en buena parte de los bienes de consumo
Nanotecnología, la próxima revolución
Los productos que incorporan nanotecnología o son manufacturados mediante la misma pasarán del 0,1% actual al 15% en 2015 del total, según un informe de la OCDE que señala que la extensión de esta tecnología se realizará en tres fases. La primera, en la que nos encontramos actualmente, sitúa estos productos en el ámbito industrial. Para 2009 llegará a los mercados electrónicos y en 2010 se extenderá a todos los bienes de consumo.
Aplicaciones muy diversas que se verán incrementadas en unos pocos años por una tecnología con un potencial que indudablemente revolucionará el mundo que nos rodea, la nanotecnología. Se trata del estudio, diseño, creación, síntesis, manipulación y aplicación de materiales, aparatos y sistemas a través del control de la materia en una escala de un nanómetro, aproximadamente una mil millonésima de metro.
Un estudio elaborado por la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) y Allianz Group señala que su desarrollo futuro se producirá en tres fases, estando ya inmersos en la primera de ellas, que se caracteriza por el uso de la nanotecnología principalmente en aplicaciones de industrias punteras desde el punto de vista técnico, como por ejemplo la aeroespacial.
La segunda fase comenzará a lo largo del 2009, cuando los mercados electrónicos y de las Tecnologías de la Información estén preparados para incorporar las innovaciones en materia de microprocesadores y chips de memoria construidos mediante procesos nanométricos.
A partir del 2010 , la nanotecnología se extenderá a todos los bienes manufacturados, destacando las aplicaciones sanitarias para la salud humana de aplicaciones como biosensores, la dosificación de fármacos en puntos muy concretos o nanodispositivos portadores de medicamentos que curarán selectivamente las células cancerígenas.
Convergencia tecnológica
El estudio señala que a escala nanométrica, el linde entre disciplinas científicas como la química, la física, la biología, la electrónica o la ingeniería se desdibuja por lo que se produce una convergencia científica cuya consecuencia es una miríada de aplicaciones que van desde raquetas de tenis hasta sistemas energéticos completamente nuevos pasando por medicinas.
Esta dinámica de convergencia científica y multiplicación de aplicaciones hace que los mayores impactos de la nanotecnología surgirán de combinaciones inesperadas de aspectos previamente separados, tal y como pasó con la creación de Internet, resultado de la confluencia entre la telefonía, la televisión o la radio, y la informática.
Cosmética, tejidos y baterías
A pesar de que, de acuerdo a la cronología del estudio, seguimos en la primera fase de su evolución, la nanotecnología ya está implicada en sectores empresariales tan diversos como el textil, el automovilístico o el de equipamiento electrónico. En la industria del automóvil, se emplea para reforzar los parachoques debido a su potencial para incrementar la resistencia y capacidad de absorción de los materiales y para mejorar las propiedades adhesivas de la pintura.
En el sector textil, la nanotecnología es la solución perfecta para que los países desarrollados puedan competir con las regiones de bajo coste productivo que cada vez están incrementando su trozo del pastel, ya que añade a los tejidos propiedades "inteligentes". Existen proyectos de productos textiles con funcionalidades electrónicas tales como sensores que supervisen el comportamiento corporal, mecanismos de auto-reparación o acceso a Internet.
En cuanto al sector energético, la nanotecnología es clave en la fabricación de nuevos tipos de baterías con una duración mucho más prolongada, en la fotosíntesis artificial para la generación de energía limpia o en el ahorro energético que supone la utilización de materiales más ligeros y circuitos más pequeños.
El estudio señala como empresas de cosmética encuentran aplicaciones contra las arrugas basadas en liposomas que transmiten los fármacos a través de la piel o incluso polvos de maquillaje que son nanopartículas que modifican el reflejo de la luz, para impedir apreciar la profundidad de las arrugas.
Miedo a la burbuja
El estudio indica que los potenciales inversores, escaldados por el fiasco de las puntocom, tienen sus reticencias a la hora de considerar la irrupción de la nanotecnología como la "próxima revolución". Sin embargo, los expertos señalan dos diferencias cruciales que dificultan la formación de una "nanoburbuja".
La primera de ellas es que el elevado coste y la dificultad que implica hace que su desarrollo se concentre en compañías e instituciones bien financiadas que pueden atraer el conocimiento científico y técnico necesario para comprender sus problemas y oportunidades. La segunda diferencia radica en que los largos periodos de tiempo que requiere pasar de la idea a la comercialización hacen que la nanotecnología sea particularmente inadecuada para ganar dinero rápido.
Fuente: El País
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