miércoles, abril 02, 2003


Reportaje a Eugenio Beaufrand, vicepresidente de Microsoft para América latina

Microsoft cree que será difícil crecer en los próximos dos años

"Cuando empecé a vender para Microsoft en la Argentina, allá por 1989, era un momento difícil. La industria del software casi no existía, porque las ventas de programas estaban atadas a las grandes computadoras, y además estaba la hiperinflación. Cuando me veía llegar con mi valijita la gente se me reía en la cara y me decía "pibe, dedicate a otra cosa porque esto no va a andar"." Catorce años después, Eugenio Beaufrand es vicepresidente de Microsoft para América latina, región que abarca 14 subsidiarias, 18 países y más de 1000 empleados y que genera el 2% del total de la corporación, que en 2002 rondó los US$ 30.000 millones.

Beaufrand fundó la filial local de Microsoft en 1991 y durante los seis años en que condujo la operación la facturación creció de US$ 1,2 millón a US$ 36 millones en los años de la convertibilidad. En su último ejercicio la filial argentina facturó 185 millones de pesos, un 25% menos que en 2001. El año pasado, el mercado informático (software y hardware) local sufrió una caída del 62 por ciento.

-La situación argentina hizo que Microsoft bajara el precio en dólares del software. ¿Cuáles son los planes para la región?

-En los últimos dos años la región se ha complicado bastante: Brasil, la Argentina, Colombia, Venezuela son países sensibles. Nuestro modelo es de cierta cautela: aunque seguimos invirtiendo, es distinto el riesgo en cada país. Seguimos invirtiendo donde hay oportunidades y retorno económico. Pero el concepto básico es que hay que darles sostén a nuestros clientes, tanto en época de vacas gordas como en la de vacas flacas.

-¿Estudian centralizar alguna operación en la Argentina?

-No hay planes específicos, pero una de las cosas que estamos viendo es cómo concentrar operaciones y ganar eficiencia en la región, es decir, llevar ciertas operaciones a plazas que tengan el know how . Hay cosas que son difíciles de exportar, como por ejemplo la experiencia. Pero hay otras áreas, como soporte técnico o atención al cliente, donde sí es posible. Microsoft ya atiende desde la Argentina a clientes de Uruguay y Paraguay. En esta tarea trabajan 30 personas.

-¿Cuáles son las cosas que pesan a la hora de evaluar un país?

-Es importante el modelo económico, así como la estabilidad, y es imprescindible tener una masa de gente que sepa del negocio. Hay que tener escala, porque hay que estar preparado para crecer. Yo creo que la Argentina tiene muchos elementos para que pueda prestar servicios al mercado de habla hispana.

-¿Cómo afectó a Microsoft la crisis de seguridad que se vivió luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001?

-Yo creo que la actual situación crítica de nuestro mercado está más relacionada con eventos económicos anteriores, como el fin del auge de las puntocom, que sí ha llevado a una importante deflación del mercado informático, telecomunicaciones y tecnología de redes. Hoy, la forma en que se gasta en el mercado informático ha cambiado mucho. Antes había un sentido de fiebre del oro, se gastaba mucho sin saber bien en qué. Y hoy en día la mentalidad es completamente diferente, hay un gran escepticismo y por eso yo creo que la industria se volvió más eficiente.

-¿Hay una recuperación del mercado en el nivel regional?

-Nuestros números están llenos de cautela. Los próximos dos años van a ser difíciles, el crecimiento va a ser de un dígito y vamos a tener que luchar mucho por ese dígito: vamos a tener que estar enfocados, sacar excelentes productos y mantener la atención sobre nuestros clientes.

-¿Cuál será el impacto económico de la guerra en los números de Microsoft?

-Prefiero no especular con el tema.


La Nación del 2003-04-02

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